Benny Cruz Zapata
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Este fin de semana; las redes sociales se han convertido en el escenario perfecto para la agresión contra las mujeres; campo fértil para el estigma, la degradación, el chantaje, el insulto, la agresión y por si esto fuera poco; en esta capital se convirtieron en mercado de compra-venta de la dignidad de jovencitas que caro están pagando la confianza depositada en sus novios, amigos o hasta en el bonachón con quien mandaron reparar su celular en el que guardaban fotografías personales.
Un packs se trata de fotos o vídeos sugerentes, con escasa ropa, desnudos o con tocamientos y comportamientos deliberadamente sexuales, esta semana un promedio de 300 jovencitas en una cuenta denominada “packvic” fueron exhibidas, poniendo a la venta por 300 pesos sus fotografías o bien pagaban la misma cantidad para ya no formar parte de la lista negra.
“Esto es una pesadilla, desde el miércoles se corrió la voz que una página de facebook tenia a la venta packs, mi hermana venía ahí, en fotos ya pasadas que en una etapa de su vida le había enviado a un ex novio, desde ese día toda la familia esta muy afectada, ella espacialmente, a sus 18 años no quiere ni salir de su cuarto, ha tenido que cancelar su cuenta en facebook y todo mucho la mira raro, o al menos eso es lo que ella piensa y nosotros también”, comparte una de las involucradas en el caso que en redes sociales esta llamando a la organización contra el o los orquestadores de esta agresión colectiva.
La maestra Patricia Pimentel toma la voz y llama a la suma de voluntades para frenar la violencia ejercida contra las jóvenes, ella incluida:
A su decir, este suceso no debe ser indiferente para nadie, porque en el esta reflejado todo tipo de agravios contra las mujeres.
Narra que como reguero de pólvora se dio por la red el hecho que desde el anonimato unos jóvenes estaban vendiendo packs de 300 jovencitas muchas menores de edad, fotografias y videos incluso de niñas donde están supuestamente desnudas y en situación sexual comprometedoras, en 24 horas en facebook se dio de baja la cuenta por los filtros pero en twiter no:
“Hay pornografía infantil, muchas jovencitas menores de edad que tienen incapacidad de distinguir entre lo público y lo privado están padeciendo una lluvia de agravios el twitter en donde las califican de la peor manera ya que no hay filtros suficientes que eliminen el acoso que contra ellas se esta dando”.
Exhorta:
“Los padres de familia deben supervisar las redes sociales de sus hijos e hijas, ya que hay consecuencias que pueden llegar a ser legales para aquellos que se están burlando porque además de estar acosando a las menores que aparentemente salen ahí, al comprar o vender los packs están cometiendo un delito”.
Desde su experiencia en las aulas comparte:
“Yo soy maestra en una preparatoria y siempre le digo a mis alumnos que todo lo que ponen en redes sociales sean fotografías, videos o comentarios siempre tiene consecuencias, en todo este escándalo yo también fui afectada porque se maneja una supuesta carpeta mía, otras jóvenes de la misma forma, son carpetitas tan pequeñas que no se alcanza a ver mas que el nombre, lo que implica violencia contra las mujeres están jugando con su imagen, haciendo un daño moral, hay también fotos del facebook, cualquiera toma nuestras fotos y ya asume que es un packs y empiezan las agresiones publicas, la gente empieza a hablar, a calificarte, a cuestionarte, a agredirte”.
La profesora haciendo uso de su cuenta personal en facebook expone que hay jóvenes aceptan que si lo hicieron por los más variados motivos que van desde la confianza, el enamoramiento, sin embargo algunas son menores:
“Esto agrava la situación ya que hay que tomar en cuenta que esto también es un delito y se llama pornografía infantil para aquellos hombres que se las pidieron o a quienes se las mandaron incluso, si estas muchachas lo hicieron es porque también confiaron en alguien y eso se llama abuso de confianza por parte de quienes las publicaron o vendieron posteriormente”.
Enfatiza que nadie tiene derecho a exhibir ni a lucrar con la imagen de otra persona:
“En este escándalo algunas no lo hicieron, otras si, incluso otras son carpetas vacías y en otros casos hay cibervenganza y están tratando de afectarlas al incluirlas en todo esto”.
En la estela generada alrededor de este acontecimiento se ve un machismo gigantesco al degradar, atacando sin pensar en el riesgo que ponen a las jóvenes involucradas porque exhiben todos sus datos personales, esto es violencia de género. acoso, violencia contra las mujeres.
Agrega Patty Pimental en un video que ya lleva más de ocho mil reproducciones:
“ Los packs de Ciudad Victorias contiene mucha situación legal por ejemplo, los delitos van desde el abuso de confianza, ultrajes a la moral, corrupción de menores, el chantaje porque si querían quedar fuera pagaran 300 pesos; en lo emocional esta la depresión, inducción al suicidio, por eso invito a mujeres afectadas a organizarse para defenderse y que no quede sin castigo lo sucedido”.
Delitos tras los packs de Victoria
Pornografía infantil
El artículo 202 del citado Código señala que comete el delito de pornografía de personas menores de 18 años de edad, quien procure, obligue, facilite o induzca, por cualquier medio, a realizar actos sexuales o de exhibicionismo corporal con fines lascivos o sexuales, reales o simulados, con el objeto de video grabarlos, fotografiarlos, filmarlos, exhibirlos o describirlos a través de anuncios impresos, transmisión de archivos de datos en red pública o privada de telecomunicaciones, sistemas de cómputo, electrónicos o sucedáneos. La pena es de 7 a 12 años de prisión y de 800 a 2,000 días de multa.
El sexting, que consiste en el envío de fotografías y/o videos con contenidos sexual mediante teléfonos móviles, puede causar daño al honor y la imagen de una persona, pérdida de su privacidad, sextorsión o chantaje por las imágenes.
Hay consecuencias legales de esta práctica, ya que si la persona a la que pertenece la fotografía o video tiene menos de 18 años de edad, supone la configuración del delito de producción, posesión o distribución de pornografía infantil.
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