Benny Cruz Zapata
Cd. Victoria, Tamaulipas.-Pasando por alto los estatutos reglamentarios del Partido Revolucionario Institucional, en el seno del Comité Directivo estatal, la esposa de Sergio Guajardo Maldonado que lleva por nombre Luz del Carmen Castellano de Guajardo, y otras damitas que la acompañan anuncian con bombo y platillo la formación de un voluntariado, que en México funcionan como alternos al poder de los maridos.
Su insólita e inédita aparición en pleno proceso federal electoral de inmediato han hecho reacción en las mujeres del partido, esas que han entregado su vida, su trabajo y su activismo al tricolor, en la mayoría de las veces sin que ello sea tomado en cuenta significativamente.
Imelda Hernández Carreón figura emblemática del PRI en esta capital y quien tiene toda su vida dedicada a la gestión social opina:
“Ya imaginamos quienes a partir de ahora llenarán las planillas para las candidaturas.
Desafortunadamente con estas acciones se excluye a nuestras verdaderas guerreras Priistas”.
Enfatiza:
“Desafortunadamente con este Voluntariado se está haciendo a un lado la responsabilidad y el trabajo de cada una de las Secretarias de nuestro partido en el Estado, por ejemplo; Secretaria de Gestión Social, Adultos Mayores y Atención a personas con Discapacidad. Pero en fin. Siempre he dicho que en los pecados se lleva la penitencia”.
Es un hecho que en política no hay casualidades y mucho menos ingenuidades por ello, que la señora de Guajardo y comité que la acompaña ocupen a partir de hoy un lugar protagónico en la dinámica del tricolor incluso a decir de mujeres militantes, que ya esta usurpando funciones en el ONMPRI -Organismo Nacional de Mujeres Priistas , ha despertado sospechas y los calificativos más benévolos las definen como advenedizas de la política, “de esas que llegan como el sapo” y al rato piden hasta candidaturas para su sequito.
No podemos irnos más allá del histórico papel que han jugado este tipo de mujeres a la sombra del poder político de sus maridos, pero lo que si podemos es consignar es que las mujeres políticas del PRI han visto con sospecha que su partido este innovando pero a la inversa en la lucha de las mujeres en la política:
“Y esto no es cuestión de género, porque el influyentísimo, la imposición y demás no es asunto de mujeres ni de hombres, son males que deben erradicarse y ya, más en estos tiempos de que el partido quiere recuperar algo de los perdido”.
Comparte una militante genuina del tricolor quien pide la reserva de su nombre por temor a represarías,
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