Benny Cruz Zapata
Cd. Victoria, Tamaulipas.-Ante los sucesos lamentables que han lastimado a la población a consecuencia de los sismos registrados en varios estados de la república, es tiempo propicio para que a nivel colectivo prevelezca la esperanza y se vea a la crisis en sus diferentes manifestaciones como oportunidades para salir adelante como sociedad, que desde los primeros instantes de la tragedia dieron muestra de grandes valores que nunca debieron haberse perdido, como son la solidaridad y el amor al prójimo señala el socioterapeuta Luis Humberto Garza Vázquez.
\"A nivel emocional la situación que han dejado los sismos son lamentables, pero a la par gran lección de vida para todos, ahora vemos que hay valores que nunca se perdieron pero que estaban dormidos y eso es mas que suficiente para relavorar la vida con todos sus sinsabores, sobre todo ahora que se viven tiempos atipicos es un apremio aprender a sacar lo mejor de nosotros mismos ante las dificultades\".
El especialista en tanatología considera que es necesario aprender a valorar la vida y para ello es necesario el cuidado de la salud emocional que fue vulnerada:
\"Hay situaciones que nosotros no podemos controlar, como es un terremoto, que no dependen en absoluto sin embargo ante este panorama debemos tomar conciencia que lo que si esta bajo nuestras decisiones es mejorar nuestras relaciones familiares, de amistades, las que tenemos a nivel sociedad, es grandioso ver la fraternidad y la solidaridad colectiva”.
Desde su punto de vista lo bueno de lo malo, es que la sociedad en su conjunto esta demostrando su grandeza, muestra de ello es que se ha volcado en los centros de acopio compartiendo lo que tienen para minimizar en algo la estela de necesidades que tienen los damnificados:
\"Desde la escuela, desde la colonia, desde la asociación civil, todos desde nuestras trincheras no hemos sido indiferentes a la tragedia, nos ha hermanado y nos ha sacado los valores que tenemos como seres humanos y como seres sociales; la solidaridad es un valor que ha quedado de manifiesto no solo en las zonas afectadas, sino en cada hogar que lleva el kilo de frijol, la leche, el agua, que además del apoyo material es una demostración de que no están solos”.
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