Benny Cruz Zapata
Los embarazos en adolescentes deben ser tratados con enfoque de género ya que es un hecho que las mujeres que se convierten en madres en edades muy tempranas terminan siendo las jefas de su familia, pues son abaldonadas por su pareja; de ello hay evidencias estadísticas que muestran que por ello la crianza de sus hijos recae en ellas, expone la Doctora Josefina Guzmán Acuña.
En Tamaulipas el 24% de los hogares tienen a una mujer como jefa; lo que numéricamente según el INEGI, de los 868 mil 244 hogares que existen, en 208 mil 940 las mujeres son las proveedoras principales y de acuerdo a indicadores manejados esta cifra ha ido en aumento por los embarazos en adolescentes que se presentan en la entidad.
La Doctora Guzmán Acuña, investigadora de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, hace un recuento de la relación que está a la vista entre embarazos tempranos y las jefaturas femeninas en los hogares:
“El INEGI reporta que anualmente hay en promedio 14 mil los embarazos en adolescentes en el estado, la mayoría de las mujeres que en un rango de edad entre los 14 y 19 años de edad se embarazaron asumieron la maternidad por cuenta propia, lo que genera mayor pobreza y escazas oportunidades para salir adelante”.
Ante el panorama descrito señala que el embarazo temprano es visualizado como un problema público y social que amerita una atención emergente con enfoque de género pues la realidad pone a la vista que cuando un embarazo de este tipo también se relaciona con deserción escolar y con ello se reducen las posibilidades de movilidad social que genera la educación.
“El panorama empeora para las madres adolescentes porque son abandonadas por sus parejas, por lo que se convierten en sostén de sus hijos, por ello es necesario dirigir políticas públicas que atiendan esta realidad que se da a nivel nacional y de la que Tamaulipas forma parte”.
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